martes, 20 de diciembre de 2011

El miedo de hablar de amor en la adolescencia

Es común que durante la adolescencia ambos bandos, chicas y chicos, padezcan palpitaciones, sudoraciones y hasta tartamudeos ocasionales frente a la pareja que les hace alucinar. Y es que el despertar del amor en esta etapa suele coincidir con uno de los momentos definitorios de nuestro crecimiento psicológico, ese en el que solemos padecer baja autoestima e inexperiencia, dueto que nos hace vulnerables y nos coloca en el limbo del “cómo hacer”.


Aquí “echamos mano” a las herramientas aprendidas en la infancia y heredados de nuestros amigos y familiares más cercanos, son ellas esenciales para romper la inercia y convencernos de que no hay barrera que resista el entusiasmo en pos de un sueño. Basta definir la meta y enfocar las fuerzas para que las puertas terminen cediendo.

¡Te quiero!

Pero no todo es cuestión de fuerza. ¿Cómo decirle al destinatario de tus primeros suspiros de amor cuánto anhelas tenerlo a tu lado? ¿Cómo decirle que una fiesta no tiene sentido sin su compañía? ¿Cómo compartir una canción, un paseo…una ilusión…?

En momentos así suele funcionar el antiguo método epistolar: valen las cartitas de amor al estilo tradicional con letra apretada y nerviosa que un amigo desliza anónimamente bajo la puerta, o los modernos chat, email o mensajes al móvil. En todos los casos el efecto es el mismo, decir lo que pensamos sin dar la cara. La razón de tanta timidez no es el temor físico a una persona, sino a una respuesta negativa que lacere en el terreno emocional y espiritual.

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