martes, 27 de marzo de 2012

Excesivo control sobre los hijos adolescentes, suele provocar la reacción contraria


Es otra de las estrategias que ellos utilizan para distanciarse de los padres: Llevar la contraria de lo que decimos y hacemos. Es la contra por sistema. Hay que contar con eso. Si los padres están avisados, pueden cambiar su forma de relación, no querer imponerse en todo. Los hijos necesitan una cercanía, pero no valen los interrogatorios, porque ellos se cierran. No se trata de decirles: siéntate aquí, que vamos a hablar. Eso no da resultado. La postura más inteligente con los adolescentes es morderse la lengua y abrir mucho los oídos. En el momento que menos te imaginas, van y te lo cuentan. Hay muchos padres que se angustian porque no pueden hablar con sus hijos, pero no tienen que preocuparse tanto. Los padres tienen que estar presentes, pero con cierta distancia. No pueden desaparecer, pero tampoco pueden controlarles como cuando eran pequeños. Hoy en día, hay muchos padres que deciden desaparecer, porque sus hijos les rechazan como controladores y el resultado es que encontramos muchos adolescentes muy solos.

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