martes, 17 de enero de 2012

Ajustándose a un nuevo cuerpo

Nos damos cuenta de cómo luce el cuerpo justamente alrededor del momento cuando nuestros cuerpos comienzan a cambiar. Esto puede hacer que sea difícil lidiar con los cambios físicos desde un punto de vista emocional.

Ajustarse a los cambios del cuerpo es algo más que acostumbrarse a cómo luce. Muchos adolescentes basan su imagen de sí mismos sobre cómo sienten sus cuerpos y cómo se desenvuelven. Hasta hace un año, Wes, de 15 años, era un corredor rápido en muy buena forma y en quien siempre se podía contar para que ganara las competencias de su equipo. Wes tiene ADHD, y algunos días parecía que correr era la única cosa que podía hacer bien. Así que cuando empezó a desarrollar un físico más compacto y muscular y sus marcadores de velocidad se hicieron más largos, la confianza en sí mismo de Wes sufrió un golpe inesperado.


Los cambios en la apariencia de nuestros cuerpos, la habilidad - incluso pequeños detalles como la forma en que olemos - son partes perfectamente normales del crecimiento. Así que ¿Qué es lo que puedes hacer para ajustarte física y emocionalmente a los cambios que trae tu desarrollo? Aquí te damos algunas ideas.

Atención - ¡No te compares! Es natural que te fijes en tus amigos como punto de comparación. Pero no es una buena idea. Compararnos con otras personas es problemático porque cada persona se desarrolla de forma diferente y en distintos períodos de tiempo. Si atraviesas lo que se llama un estirón, un crecimiento rápido, puede que te sientas muy alto. Y al mismo tiempo tu amigo(a) puede que se sienta que él o ella es muy pequeño(a). Generalmente es más difícil para las personas que se desarrollan primero o más tarde.

También es una mala idea compararnos con las celebridades y las modelos. En realidad, la mayoría de las personas no se ven como la variedad limitada de cuerpos que ofrecen los medios de comunicación. (En realidad, las modelos tampoco se ven como lo que vemos en los medios: Muchos de esos cuerpos "perfectos" se ven de esa forma después de editar las fotos, no por su propia naturaleza.)

Olvídate de los anuncios de las revistas- en su lugar, ponte a ver las fotos de tu álbum familiar. Los anuncios venden fantasía, en lugar de realidad. Es fácil soñar con convertirse en un o una modelo de Abercrombie, pero dejar que las esperanzas y las expectaciones se salgan de nuestras maños sólo puede entristecer a una persona.

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